Si vas a arrendar una oficina o un inmueble comercial, no solo debes considerar las cláusulas del contrato. Te contamos en qué debes fijarte antes de firmar.
Al considerar que un ligar inadecuado puede menoscabar la productividad de cualquier empresa, además de las cláusulas del contrato, hay que fijarse en todos los detalles del inmueble.
Al arrendar una oficina o un inmueble comercial, la información debe ser integral, precisa y actualizada. Como en Chile es común no revisar detalladamente todas las variables, muchas personas firman el contrato sin verificar, por ejemplo, que el arrendador sea el propietario del bien.
El propietario del inmueble debe estar claramente identificado al firmar un contrato de arriendo. En caso de ser una sucesión de varias personas, deben firmar todas, y si el propietario es una persona casada bajo el régimen de sociedad conyugal, debe firmar tanto el marido como la mujer.
Si una sociedad comercial es la propietaria, deberán firmar los representantes, acreditando que dicha empresa o sociedad está vigente al momento de firmar el contrato de arriendo, en el registro de comercio correspondiente.
Por lo anterior, es fundamental que el certificado de dominio con vigencia esté entre los antecedentes relacionados al arriendo en revisión. Este documento es emitido por el
Conservador de Bienes Raícescorrespondiente a la comuna donde esté ubicado el inmueble en cuestión. Algunos corredores, lamentablemente, omiten este paso inicial en sus servicios.
Quienes incurren en esta negligencia profesional, pueden sufrir consecuencias legales, pues el código de comercio establece que se debe acreditar la capacidad e identidad de los contratantes.
Otros factores claves
No solo basta con revisar quién tiene el dominio de la propiedad. Si el inmueble está hipotecado, por ejemplo, hay ocasiones en que en los contratos de hipoteca con bancos se establece que debe existir una autorización escrita de la entidad acreedora para que el propietario pueda celebrar contratos de arriendo con terceros.
Esto quiere decir que, si el inmueble tiene una hipoteca, debe estar previamente autorizado por el acreedor para evitar cuestionamientos legales. Para evitar malos ratos en este aspecto, es conveniente contar con un certificado de hipotecas, gravámenes y prohibiciones, el cual también es emitido por el Conservador respectivo.
La falta de información y de revisión de los contratos de arriendo para propiedades comerciales u oficinas puede generar perjuicios económicos para las partes, a través de contratos no válidos, términos anticipados o inversiones efectuadas sin retorno. Incluso se puede ocasionar la imposibilidad de utilizar el inmueble arrendado si este no cuenta con las autorizaciones, patentes municipales y capacidades tributarias que se exigen a las empresas.
Por otro lado, en caso de arrendar una casa para usarla como oficina, se debe contar con patente municipal, y la posibilidad de timbrar facturas y de publicitar la dirección comercialmente. Si no, no será posible desarrollar una actividad de forma correcta, legal y sin limitaciones operativas.
Realizar consultas en el municipio no debe ser descartado, debido a que se debe revisar el plan regulador y verificar si la propiedad cuenta con destino comercial o de oficina. Este es un punto fundamental que debe ser verificado antes de firmar. De hecho, se debe establecer como condición esencial para la vigencia del contrato.
Contrato por escritura pública
Los contratos de arriendo de propiedades se pueden suscribir a través de instrumento privado o por escritura pública (inscribiéndolo en el Conservador de Bienes Raíces Respectivo). Este último instrumento debe contener los deslindes inscritos en el registro de propiedad
El contrato por escritura pública permite llevar a cabo un procedimiento ejecutivo que obliga a las partes a respetar cada punto de lo pactado, incluso si el inmueble llegase a cambiar de propietario. Esta modalidad normalmente se aplica para contratos que impliquen un plazo largo, montos altos de arriendo y cuando se realizan inversiones que deben ser resguardadas ante incumplimientos entre los contratantes o cambios de propietarios.
Es que en este tipo de arriendos no solo se pone en juego las inversiones para habilitar el lugar, sino que también la imagen de la empresa. Por ejemplo, cambiar la dirección comercial reiteradamente podría generar cuestionamientos ante los clientes.
Hoy en día no conviene potenciar los riesgos de un negocio. Es por esto que antes de firmar un
contrato de arriendopara oficinas o inmuebles comerciales hay que verificar y acreditar quién es el propietario vigente; evaluar las condiciones y limitaciones del lugar; acreditar el destino en el SII; consultar con expertos en la materia, y anteponerse a distintos escenarios. Después firmar.
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